Los adolescentes pueden sentirse bien de tomar la siesta

¿A su adolescente le encanta tomar siestas? Con prácticas deportivas intensas, tareas apiladas y ritmos circadianos alterados1, muchos adolescentes duermen la siesta tan pronto como llegan a casa de la escuela, asisten a las prácticas y hacen la tarea, y luego se duermen más tarde de lo que a los padres les gustaría.  Del mismo modo, los adolescentes mayores y los adultos jóvenes en la universidad tienden a caer en la misma rutina: estudian hasta la madrugada, toman el examen y luego se recuperan tomando una siesta durante el día.

Como padres, quizás fastidian a sus hijos adolescentes por interrumpir el sueño, y se preocupan de que estén perjudicando su capacidad cognitiva o su salud, pero ¿realmente saben con certeza si es bueno o malo para ellos? Un nuevo estudio2 realizado por investigadores de Duke-NUS Medical School puede brindarle tranquilidad mental, al menos cuando se trata de conservar la capacidad cerebral.

Las siestas de los adolescentes

Una buena noticia para los adultos que aman la siesta es que los estudios han demostrado que “horarios de sueño divididos" o dormir las 8 a 10 horas recomendadas en un período de 24 horas, ya sea a través de un ciclo nocturno corto más una siesta o solo un ciclo largo en la noche, no producen diferencia en el rendimiento mental.

Pero no se había hecho ningún estudio en adolescentes hasta este.

 Para el estudio, los investigadores dividieron un grupo de jóvenes de 15 a 19 años en dos grupos y estudiaron su capacidad cognitiva y sus niveles de glucosa en la sangre durante un período de dos semanas. Durante el período de estudio, a todos los estudiantes se les restringió a un total de 6.5 horas de sueño por período de 24 horas durante la semana, y se les permitió recuperar el sueño durante el fin de semana, lo que refleja bastante bien lo que muchos adolescentes hacen en el mundo real.   Un grupo durmió 5 horas por la noche y 1.5 horas durante el día, mientras que el otro grupo durmió 6.5 horas por noche sin siesta.

Curiosamente, el grupo que dividió su sueño en dos períodos diferentes, un período más largo en la noche y una siesta más corta durante el día, desempeñó mejor en las pruebas cognitivas que el grupo que durmió la misma cantidad, pero en una sola sesión por la noche.  Sin embargo, el grupo que dormía toda la noche tenía mejores niveles de glucosa en la sangre que los que tomaban siestas. No está claro como esto afectará el riesgo de desarrollar diabetes en el futuro.2

Más motivos para tomar la siesta

No solo a los adolescentes les encanta tomar la siesta. Algunos famosos conocidos por su “amor por las siestas” incluyen Winston Churchill, John F. Kennedy, Ronald Reagan, Napoleón, Albert Einstein, Thomas Edison and George W. Bush.3 Se ha demostrado que las siestas aumentan el estado de alerta, mejoran el estado de ánimo y reducen el riesgo de accidentes, desafortunadamente también viene con los estigmas negativos de ser perezoso, enfermo o viejo.  Si se decide a aceptar su amor por las siestas, lo ideal es limitar la siesta a no más de 20 o 30 minutos para un estado de alerta óptimo y disminuir las posibilidades de que su siesta interfiera con su hora de acostarse.3

Referencias
1 neurologytimes.com/blog/teenage-circadian-rhythmSe abre en una ventana nueva.
2 Duke-NUS Medical School. "Split and continuous sleep in teens impact cognition and glucose levels differently” (El sueño dividido y continuo en adolescentes afecta la cognición y los niveles de glucosa de manera diferente). ScienceDaily. ScienceDaily, 22 de febrero del 2019. sciencedaily.com/releases/2019/02/190222101312.htmSe abre en una ventana nueva.
3 sleepfoundation.org/articles/nappingSe abre en una ventana nueva.