¿Cuidando a otros? ¡Cuídese USTED también!

Cuando usted es el cuidador principal de alguien en necesidad, todo parece ser urgente a excepción de sus propias necesidades. Pero así como en los aviones se nos indica ponernos nuestra propia máscara de oxígeno antes de ayudar a las personas cercanas a nosotros, nosotros como cuidadores debemos mantener nuestra salud física y mental en mente. En pocas palabras, ¿si usted no se cuida, cómo va a cuidar a los que ama?

Cuidadores americanos mayores que viven con la presión de cuidar a un ser querido tienen 63 por ciento más probabilidades de morir que compañeros no-cuidadores.1 La generación posguerra (baby boomers) que se encarga tanto a los padres enfermos como de los rigores de la paternidad tienen más riesgo de depresión, enfermedades crónicas y una baja en calidad de vida.2 Tenga en cuenta los síntomas que indican que es hora de centrarse en USTED:

  • Insomnio. Los cuidados nocturnos o la preocupación por un ser querido pueden impedir que cuidadores duerman bien.
  • Incapacidad de enfocarse. El estrés, la ansiedad y la fatiga pueden impedir su capacidad para concentrarse.
  • Mal humor. Cuidar a otros puede resultar en sentir que ha perdido control sobre sus emociones.
  • Depresión. Es fácil sentirse solo cuando usted es la fuente principal de cuidados por otra persona.
  • Sistema inmunológico debilitado. ¿Agarra todos los virus que hay? Eso es más común cuando no se cuida usted mismo adecuadamente.3

Si los síntomas mencionados le parecen familiares a usted o a alguien que conoce, hay pasos a seguir para que al cuidar a otros sea más manejable para todos los involucrados. Siga los siguientes pasos para que usted sea más sano, más feliz y para que tenga una mejor relación con la persona, o personas, que cuida.

  1. Identifique las barreras personales. A veces las creencias personales de una situación de cuidados interfieren con los cuidados propios. Reflexione acerca de los pensamientos malos o negativos que podrían interponerse como, “Soy la única persona responsable para el cuidado de mis padres,” o “Si no lo hago yo, nadie más lo hará,” o hasta pensamientos como “No tengo tiempo de cuidarme a mí misma.” Una vez que usted identifique las creencias causantes de ansiedad que se ponen en su camino, puede tomar pasos para cambiar su forma de pensar y su vida.4
  2. Manejo del estrés. Empiece por determinar los causantes de estrés que puede cambiar y los que no puede cambiar. Si bien no puede cambiar el hecho de la enfermedad de una persona, sí puede encontrar momentos libres para ocuparse de usted mismo, tomando caminatas vigorosas, tomando café con un amigo querido, o gozando una sesión de risas en la transmisión de la última rutina de su comediante favorito. Usted sabe lo que alivia su estrés. Es hora de que incorpore estas cosas en su vida de forma regular.5
  3. Fije metas. Una vez que haya determinado su lista de procedimientos para prevenir el estrés, fije metas relacionadas a conseguir lo que necesita.6 Esto puede incluir apoyo de otros y eso está bien.  Usted será un mejor cuidador cuando vuelva a la lista de quehaceres.
  4. ¡Pida ayuda, y tómelo! La mayoría de los cuidadores necesitarán ayuda de otros para alcanzar sus metas de cuidado personal. No dude en pedirlo y cuando otros ofrezcan, acepte sin culpabilidad. Haga una lista mental de las maneras en las que personas pueden ayudarle y manténgala en mente. Cuando alguien pregunte, usted estará listo.7 Si se le hace difícil pedir, encuentre un buen consejero de salud mental para ayudarle con el proceso.8 Empiece con su doctor general para recomendaciones de consejeros cercanos que trabajen con cuidadores.
  5. Elija bienestar. Las necesidades constantes de cuidar fácilmente conllevan una falta de ejercicio y buenos hábitos de comer para cuidadores. Comprométase a tomar decisiones de comida y ejercicio que lo mantengan sano y bien nutrido. Como resultado se sentirá mejor y cuidará mejor. Empiece con metas fáciles y alcanzables, como comer tres comidas balanceadas al día o salir a caminar 15 minutos diarios. Una vez que alcance las metas iniciales, fije metas nuevas.
  6. Busque apoyo. Hablar con un consejero puede ayudar, pero hay otros grupos en la comunidad que también apoyan a cuidadores en su vida cotidiana. Investigue en los hospitales locales sobre grupos que se juntan en persona y busque foros en línea, como Caregiver Action NetworkSe abre en una ventana nueva. (Red de acción de cuidadores) que reúne a cuidadores en un ambiente seguro y virtual dónde pueden compartir sus preocupaciones y discutir problemas.

 

Referencias:

1, 2, 4-7 “Cuidándose USTED: Cuidados propios para cuidadores de familia.” Alianza de cuidadores de familia (Family Caregiver Alliance), 2012. Accedido el 27 de agosto del 2017.
3 Friend, Jamie L. “Estrés del cuidador: No olvide los cuidados propios.” Clínica Mayo, Fundación Mayo para la educación e investigación médica, 8 de julio del 2017 Accedido el 27 de agosto del 2017.
8, 9 Johnson, Johnson y. “Consejos de cuidados propios y manejo de estrés para cuidadores.” La Asociación  Americana de Personas Retiradas (AARP, por sus siglas en inglés), AARP, Accedido el 27 de agosto del 2017.